23 agosto 2007

Ideas Peregrinas


Era una amiga muy ocurrente.

Primer año universitario fuera de casa, plena época de estresses y síntomas “pre- examinales”: taquicardias, delirios de suspenso...

Planificaciones temporales y cálculos interminables:

- día anterior : “si pongo el reloj a las 6 am, ocho lecciones a media hora de repaso cada una, más cinco minutos de escapadita al baño rapidita y una discreta pasada por la cocina... hacen un total de cuatro horas y media, el examen es a las 12 pm, bien”

- mismo día a las 9 am, el encuentro con la realidad y reestructuración horaria, ya se han empleado 3 horas en el repaso de lección y media : “ me quedan dos horas y seis lecciones y media, por lo tanto tocan a una media de 15 minutos por lección, más escapadita al baño y ya me tomaré un café en la UNI, que total así adelgazo”

- a las 11 pm hora de salir de casa, finalmente quedan dos lecciones: “que no cunda el pánico, esto se lee en un pis-pas mientras voy en autobús.... El café ya me lo tomaré cuando salga del examen, no me vaya a sentar mal....”

- llegada a la universidad, falta una lección: “va total, esa seguro que no cae......”

Resumiendo, después de diez exámenes, estómago echo polvo. ¿Y qué método deductivo-creativo emplea nuestra amiga para solucionarlo?. Estómago maltrecho necesita comida delicada. Los bebes son delicados. Ergo comen cosas delicadas adaptadas a sus delicados estómagos. Si a los bebes les va bien ¿por qué a mi no?.

Farmacia de turno. Nuestra protagonista directa a la zona de papillas en polvo y derivados. Ilusionada, ve una de ocho cereales y miel. “Esta tiene buena pinta” . Le echa un vistazo profesional por encima para leer los ingredientes. Todo va como la seda. Hasta que la detecta la farmacéutica. Reproduzco símil de conversación:

-Me llevo esta

-¿Está usted segura? ¿Cuánto tiempo tiene el bebé?

-Uhm. No lo sé exactamente. Yo diría que a la madre le he visto esta papilla en particular por casa, me suena el dibujo (diantre, no me ha dado tiempo a leer en el cartón para bebes de cuantos meses es).

-Pero si se equivoca, le puede resultar fuerte. ¿Tiene ya algún diente?

-Sí, alguno....( todos, señora, los tengo todos, hasta una muela del juicio precoz)

-Si lleva un potito seguro que le sienta bien, los hay de verduras y carne

-Es un bebé más bien de papillas (por Dios, potitos noooooo, aggg, no “quero” )

-Pero igual le gusta más esta otra con yogurt, suele tener mucha aceptación

-De verdad, la de los cereales y miel (estoy segura, a la “nena” le gusta esta)

-Bien – sonrisa cómplice - ¿qué es, niño o niña?

Rápida respuesta, ahí ya no hay vacilación.

-Es niña, y muy mona, por cierto

-Ay – (suspiro) – crecen tan rápido....

-No lo sabe usted bien....los tienes en el taca- taca, te das media vuelta y ya van a la universidad.....

Ya en casa, descubre que sólo huele pero no sabe a 8 cereales y rica miel porque los bebes detestan los sabores fuertes.

Otro día os contaré el caso de otra que se le ocurrió la genial idea de freír un huevo en la freidora. O del otro al que se le acabaron las pastillas del lavavajillas y rellenó con mistol.

Si habéis tenido alguna vez una idea peregrina de esas o conocéis algún caso, compartid, compartid....la experiencia y la sonrisa.

3 comentarios:

M dijo...

Lo malo comienza cuando sólo tienes ideas peregrinas...

B x C

Anónimo dijo...

Sé de uno que decidió montar una editorial

Sombras en el corazón dijo...

Quedarse con las ganas es peor. Lo se por experiencia :0)
Y no todos los días son malos. De verdad de la buena.