17 enero 2010

Historias Para No Dormir

Foto de click
Hay historias que parecen sacadas directamente del cerebro de Poe. En Brasil pasó una de ellas. Enterraban a un brasileño de 55 años que había muerto en un accidente de tráfico, y en medio del duelo, ¡se les apareció el muerto vivito y coleando y borracho además!

Ha logrado lo que muchos quisieran hacer aunque sólo sea para satisfacer la curiosidad: acudir a su propio entierro. Perfecto para provocar un par de ataques al corazón entre los familiares de más de 60 años.

Todo se debió a una confusión de cadáveres. Mientras amortajaban al muerto, el supuesto fallecido disfrutaba una nochecita con amigos de vino y rosas, bebiendo aguardiente de caña.

En un ambiente mucho menos festivo, una tía y 4 amigos confirmaban la identidad del muerto. Estoy convencida de que detrás de esto había mucha mala idea, y que esos amigos estaban resentidos por no ser ellos los que tomaban unas copitas con el hombre.

Me lo confirma el hecho de que uno de esos "amigos" creyéndole muerto y dueño del apartamento donde vivía, prendió fuego al colchón y a sus ropas. Se dió prisa el muchacho. Vamos a ver; que se suponía que murió de accidente de tráfico, no de la peste negra.

21 comentarios:

Belén dijo...

Qué majetes los amigos, oiga...así cualquiera jajajajajjaja

Besicos

aapayés dijo...

Resucito... se parece a un caso en mi país..

Un gusto leerte

Un abrazo
Saludos fraternos..

mjromero dijo...

Lo que daría por ver las caras cuando apareció el hombre, que se suponía muerto, en el duelo.
Un abrazo.

MRB dijo...

Cada relato me sorprende más que el anterior... impensable...

Muchos besos.

María Jesús dijo...

Antaño ocurrian muchos casos de enterramientos en vida, por eso hace no muchos años, se decidió esperar más horas para confirmar el fallecimiento. Aún así hoy en día es posible que siga ocurriendo, aunque eso sí, en menos ocasiones, casi ninguna. Porque al esperar más tiempo al fallecido le da la oportunidad de, despertar cuando aún le están velando. Buen post Sombras, te mando un mail ve a verlo.

Un beso!

ChicaGuau dijo...

Jajaja, qué fuerte.
¡Un beso GRANDE!

Saroma dijo...

Espero no aparecer en mi propio funeral xD
te sigo, tú a mí? :)
Muaaaak

Espérame en Siberia dijo...

Jajajaja, con esos amigos, ¿para qué quieres enemigos?


Muá, guapa :D

Juan Carlos Garrido dijo...

.... y no estaba muerto, que estaba de parranda.

Si ya lo decía la rumba.

Saludos.

Amylois dijo...

Jajaja, que curioso que es tu blog a veces jejeje

Don_Mingo dijo...

Madre mía, vaya shock! Al menos el hombre, viendo a los presentes, ya sabría quienes son sus buenos amigos y familiares.
Besos!

Queralt. dijo...

Jejejejje... qué cosas, jejejjeje...

La Gata Coqueta dijo...

Es curioso y a la vez espantoso por lo curioso del caso...

Confusión de cadáveres eso que no fue un avión que se haya desintegrado...

Como se quedarian los que iban siguiendo la funeraria y se encuentran con el muerto viviente a más de uno les diaria un sincope...

Pero mira como siempre he sido muy brujita daría cualquier cosa por ver mi entierro y estar vivita y coleando por supuesto... que bien me lo iba a pasar...

Este que hace aquí, aquel porque no ha venido y un etc. etc.

Bueno lo que importa es que al leerte he pasado un momento donde la imaginación se ha puesto a trabajar y no veas como.

Feliz semana para ti hermosa!!

Marí

Julio dijo...

Con amigos así no se necesitan enemigos.
Un abrazo

Sergio dijo...

Bueno hay cada caso que ya no hay lugar para la sorpresa, la realidad rebasa a la imaginación y con tu agregado queda hasta cómico.

Que te encuentres bien y te dejo un abrazo con amor.

Rubén Darío dijo...

Con amigos como esos para que quiere enemigos el pobre hombre jajaja o seria que tenia piojos y evitaban la propagacion.? se han visto casos jajaja

dos besos

Darío.

La Gata Coqueta dijo...

Hola hola!! El corazón que me has regalado ya lo he mimado un poquito más y ahora reposa en una entrada que termino de poner para ser contemplado...

Un abrazo y un montonazó de gracias.

Marí

AdR dijo...

Esto me recuerda a las partidas que yo echaba de juegos de rol, cuando caía uno del grupo los demás acudían a quitarle las cosas, que si un anillo mágicos, la espada, las monedas...

aquí, pues nada, a quemarle la cama :D

Qué cosas.

Besos.

Rosa dijo...

Un relato impresionante

Vengo del blog de una querida amiga "la gata coqueta", y me alegro de visitar el tuyo, como ella recomienda
Con tu permiso nos seguiremos visitando
Un besito Rosa

M. J. Verdú dijo...

¡Caramba con lo de prender fuego!

Alma Mateos Taborda dijo...

No quisiera haber visto las caras de los que asistían a su funeral. Muy bueno! Un abrazo