21 julio 2008

Música y Bebida


Confieso que antes, durante y después de la adolescencia he sido y soy bastante aburridilla respecto a ciertos temas. En concreto en cuanto a la falta de ilusión por ir a las discos. Dicen que para todo hay una edad, pero nunca lo he podido evitar.


Excepto gloriosas excepciones, me aburro soberanamente.


Intentando analizar esta diferencia con el resto de la humanidad, he llegado a la siguiente conclusión: soy excesivamente práctica.

Adoro la música y siempre dispuse de un aparato de cassets o de discos en casa, por lo que ¿para qué pagar por ir a un lugar dónde te atronan los oídos y ponen la música que les da la gana y no la que tú quieres oír? Era y soy capaz de oír quince veces seguidas la misma canción si me entusiasma.

Adoro escuchar y hablar, salir con los amigos. Todavía me parece que salir en pandilla e ir a diferentes lugares es la mejor forma de conocer gente.

En la disco es imposible; todo se reduce a chillarse en el oído y como que para conversaciones muy profundas, no hay oportunidad, ni ganas.

Y en muchos bares de copas, tres cuartos de lo mismo.

Todo el mundo sabe que el aperitivo, frutos secos, etc que dan suelen tener abundante sal para fomentar que se consuma más.

Lo que no había caído en la cuenta es que según un estudio, la música fuerte, hace que la gente beba más y más rápido.

Normal. No puedes hablar. Te dedicas sólo a cotillear insistentemente quién ha venido, quién esta con quién y quién hace qué. Lo mismo que en la tele, pero en versión casera.
Otras veinte o treinta personas hacen lo mismo.
Mirarse unos a otros, intentando reconocer a alguien para obtener nuevos datos y contárselos al que tenemos más cerca.
Parece que la principal finalidad de la noche es beber y ....
Vaya!, perdonar el inciso. Se me acaba de posar a unos escasos cuatro metros una gaviota tamaño familiar. Y hablando precisamente de cotilleos me está demostrando que no se restringen sólo a la raza humana. No podeis imaginaros los equilibrios que está haciendo sobre las tejas la muy "maruja" para estirar el cuello y mirar a través de la ventana a ver que clase de bicho soy...
Pues eso. Que salir, divertirse, conocer gente interesante no creo que esté directamente emparejado con beber sin control y salir con los oídos como si hubiéramos estado en una batalla. Para unos días al año, puede que este bien... pero todo el tiempo igual... ¡nada, que no le encuentro la gracia!
Pero como digo siempre, afortunadamente somos todos distintos, y bichejos raros como yo no debe haber muchos, a juzgar por el comportamiento de mi gaviota particular, y lo que verdaderamente importa es que cada uno sea feliz a su manera.
De mi minino preferido, La Gata Coqueta, recibí una estampita de San Miguel Arcagel. Muchísimas gracias. Os la dejo a la derecha, para todos aquellos que venís a visitarme: las bendiciones a cuantos más se repartan, mejor.

19 comentarios:

La Gata Coqueta dijo...

El que no se conforma es porque no quiere...

Has visto como hay una "marujona" Lola en todos los lugares...

Estoy en perfecto acuerdo contigo al respecto de la música, no se puede seguir una conversación, en un sitio cerrado y con el volumen tal elevado.

Pasate por mi tu casa, tengo un modesto presente para ti.

Un besito amiga:o)

Vintage dijo...

Bueno, aqui ha stocado el pan mio de cada día
Soy propietaria de un bar de copas
Solemos poner mucha musica q nos piden siempre q esté en la línea del bar.
No pongo aperitivos para provocar sed, simplemente no pongo.
La música, ps explico ¿vale?
Odio la música fuerte, pero más e una vez le digo al pincha q la baje, resultado la gente grita q la subamos q no se escucha, por lo tanto me pregunto
no será q no se quieren oís?
No salgo de copas, ya las pongo y no salgo pq no soporto la musica alta ni las aglomeraciones.

Pero no creais q nos gusta poner la música a eso volumenes, para empezar tenemos un dispositivo de decibelios q no podemos traspàsar
Ya me gustaría a mi ponerla más bajito mis oidos lo agradecerian
Un muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
mu grande y bajito

Perséfone dijo...

¿Sabes? Aquí hay otra "extraña" que siempre odió las discotecas, su música y mucha de la fauna (que no toda) que las habitan.

Prefiero mi veces un pub de barrio y un plan tranquilo (pero interesante), que una juerga alocada con borrachera incluida (y su correspondiente resaca).

Sobre el estudio de la música, debo decir que me parece realmente curioso.

Espero que no se aprovechen de ello a partir de ahora, que si ya muchos eran capaces de cortar los grifos del baño o hacer que el agua saliera caliente para que la gente consumiera, miedo me da lo que pueda pasar con esto. En un mes todos sordos y arruinados por las copas xD

Un abrazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

La gente, para divertirse, sobre todo busca más gente, y la busca donde supone que puede estar. Lo malo que el vehículo se convierta en el destino.

saludos.

Don_Mingo dijo...

Yo tampoco voy jamas a discotecas (aunque en ocasiones haya entrado y siempre como destino último), ni casi nadie de la gente que me es más próxima... la verdad es que creo que somos más los que no vamos a discotecas que los que sí... esos son una fauna particular creo yo

Laura Carvajal dijo...

Tienes razón, lo que haces en la disco es atormentarte con la música y simplemente dedicarte a beber o a gritar para que el interlocutor escuche. Pero, yo fuí fanática de salir y pasarmelo muy bien en estos lugares, pero ahora me dan fastidio.

Un abrazo

Akane dijo...

Hola yo soy igual que tu,se me paso la edad de discotecas,nunca me gusto,pensaba si era rara o diferente,ahora soy de salir en grupos,y tomar tapas,o ir al cine,conciertos,ya sabes.
Lo del arcangel gracias,yo tengo dos uno puesto en la puerta de mi cuarto,y otro en la entrada de mi casa,evita malas energias de la gente.Un abrazo.

Ismael Fernández-Corroto dijo...

Completamente de acuerdo. En mi caso, además, he perdido sensibilidad a los agudos y no me entero de nada de lo que me dicen.
Mi sincera envidia por tu gran actividad blogera.
Un beso

MRB dijo...

Me ha gustado mucho tu escrito porque nos hablas de tus gustos en una forma muy personal. Es la única forma de saber cómo y quien eres.

En cuanto a tus predilecciones, ya tienes a una mujer rara que te acompaña en tus aficiones y gustos. No me gusta la bulla, el ruido ensordecedor, la parranda, las fiestas que no tienen ningún sentido, donde el mayor pasatiempo es tomar y como dices, cotillear.

Pero sí amo ir a la ópera, a un concierto clásico; música sublime que nos exalta el alma.

Te dejo un abrazo,

Shanty

»-(¯`v´¯)-»Ceci»-(¯`v´¯)-» dijo...

Es sierto que en un boliche no se puede hablar ni tener una conversación coherente porque la música es alta y si tratamos de hablar nos rompemos la garganta porque hay que gritar... yo también prefiero algo tranquilo, algún pub o juntarnos a cenar en la casa de algún amigo... pero cuando hay ganas de bailar vamos al boliche...

Te dejo un beso!! :D

Anónimo dijo...

Supongo que el denominador común de las respuestas es que lo importante es el conocer gente y el ruido de la discoteca lo impide.

Ya ven... A mí, lo que de verdad me aburre es, muchas veces, la gente, la aglomeración.

En cambio, distfruto cuando, a solas en casa, me pongo a "todo meter" un concierto de música. Eso sí, lo elijo yo.

Supongo que seré mas asocial que la mayoría, o bien que me gusta tanto una buena conversación que me produce pereza el empezar una.. no sé. O bien que, a causa de mi dureza de oído (es lo que tiene el haber trabajado siempre en el textil) tengo la "ventaja" de entrar en un local donde ponen música fuerte y no enterarme de lo que me dicen. Y eso, a veces, es una ventaja.

Un saludo.

Carlota dijo...

Bueno, yo ahora mismo no soporto tampoco sitios así, como los que describes, y de ir a bailar, que sí me gusta, me apetece a lugares en los que no tenga que pelearme con nadie por moverme. Supongo que seas más madura que la gente de tu edad, y en el fondo, creo que van a esos sitios por conocer gente, olvidarse de todo un poco... aunque no sean los más propicios para ello. Un abrazo.

María dijo...

Me ha encantado el que hayas compartido con todos nosotros tus gustos personales porque así nos ayudas a conocerte un poquito más, para lo cual, te doy las gracias.

La verdad es que a mí, desde mi juventud, siempre me gustó mucho ir a la discoteca y a los bares de bullicio, donde había música porque siempre me ha gustado sentirla por todos los sentidos, y, aunque no podías hablar con tus amigos, se podía hacer desde otros lugares, pero siempre iba a bares musicales y discotecas, sino lo hacía parecía que me faltaba algo, y ahora, que lo estoy recordando, es una de las cosas que echo de menos en mi etapa madura.

Encantada de estar aquí, te deseo un feliz fin de semana y te doy un beso.

Anónimo dijo...

La disco es para disfrutar del ruido, del baile, de la compañía y de un ambiente diferente. Si es para conversar, rico sentarse con buena música suave que penetre nuesetros sentidos auditivos y excelente gastronomía... y que mejor que acompañada con una voz varonil que te acaricie... majestuoso, para cada cosa hay su moment.

Un abrazo amistoso!

Anónimo dijo...

Aquí tienes un nuevo lector, sigue así.

Amylois dijo...

creo que yo tambien me aburria, excepto en algun caso.
Cuando uno se aburre, o cuando uno se dibierte, sin duda es a la grata compañia.
creo que es así.

yo dijo...

Somos muchos los que no vamos. Pero bueno cada época tiene lo suyo. Yo me acuerdo de la época que era más joven, que no me gustaba demasiado ir, pero sino ibas te lo perdías todo!! Al día siguiente no te enterabas de lo que había pasado entre la gente jajaja.
Hoy, no entro ni de casualidad.

alejandra_writer dijo...

Comparto eso de no ir a discos, por la bulla y la gente que solo va a ligar. yo tambien me considero algo... que algo?? a quien engaño?... SOY SUPER aburrida!

Pero en mi aburrimiento me regodeo y me siento feliz.

gabrielaq dijo...

a mi tampoco me gusta ir. cuando llego a ir al principio estoy bien, bailo un poco me tomo algo pero cuando me doy cuenta que no puedo platicar me empiezo a molestar y luego mejor me divierto. son como carnicerias donde cada quien luce sus mejores carnes y llega un momento en que las personas solo parecen una gran manada de simios.

saludos