Casamientos Extremos
Técnicas chuleteras para los exámenes hay muchas, pero propongo una nueva. Imaginad que llevais implantado en el dedo... ¡un lápiz de memoria USB! La información siempre "a mano" como quien dice. La idea original proviene de un filandés que perdió el anular en un accidente de moto y se ha implantado en la prótesis un lápiz de memoria en el que almacena información de la empresa en la que trabaja, películas y en fín, todo lo que se nos ocurra que puede caber en un lápiz USB. Esto es como "La Guerra de las Galaxias", cuando Luke perdió la mano: cachito de cuerpo que pierdes en la batalla, cachito que te reimplantas remasterizado y remejorado... excepto Darth Vader que el muy pillo se hizo una operación estética espacial de primer orden... ¿Os imaginais en un futuro implantes de oreja con mp3 y móvil incorporado?
Si os apetece un trozo de la torre Effiel, teneis ahora la buenísima oportunidad de conseguirlo este Noviembre en París. Se ha vendido un trozo de escalera (del que unía el segundo con el tercer piso) por el insultante precio de 80.550 euros. Estoy segurísima de que si teneis ese dinero en las manos, lo primero que se os ocurrirá es precisamente eso: comprar un trozo de escalera de 700 kilos de peso. Lo que íbais a "fardar" en casa con todos los amigos y las visitas... justo antes del derrumbe del suelo del piso...
Netamente impresionante: cuanto más me informo de lo que hay por el mundo, más cuenta me doy que el reloj humano no me va a dar para todas las experiencias que puedo vivir... Ahora por la crisis, menos, pero estoy en una edad en la que de vez en cuando, alguien llama para invitarte a una boda o similares, pero ¿os imaginais que os inviten a la boda entre dos ranas? Como ya sabeis que soy positiva - o al menos lo intento - lo primero que se me ocurre es el alegrón del ahorro en el regalo de bodas, porque con aportar unas cuantas moscas, seguro que aciertas. Pues en fin; sucedió en la India y es una ceremonia para provocar que llueva; y lo que es el poder de la mente humana, una vez casadas las dos ranas ¡¡¡llovió!!! Ya podían habérselo a los indios americanos, que se pasaban días bailando...