26 julio 2008

Animalerías


Estoy convencida, o más bien he sacado la conclusión de la manga, de que la convivencia entre seres humanos y animales da lugar a situaciones muy curiosas de trasvase de papeles.


Que la raza humana adopte comportamiento animal, es desgraciadamente algo comprobado en guerras, crímenes, torturas y similares. En realidad, peor que un animal. Y no soy fatalista; pienso que en este mundo la mayoría de las personas son buena gente, pasan más cosas buenas que malas, pero, como dice una amiga mía, cuando coincides con alguien malo (vamos a decirlo así, finamente, aunque pensemos en el marido de la cabra), fastidia de verdad.


Además en los medios de comunicación, siempre tienen preferencia las noticias de desgracias y como el tiempo es un bien muy escaso, el resto queda solapado.


No habría que echar toda la culpa a los medios: es la audiencia quien lo demanda. Esto daría para un análisis casi de ensayo, disertar sobre la responsabilidad de unos y de otros; quizás es que "mal de muchos, consuelo de tontos" y ver las desgracias de los demás, hacen las nuestras más llevaderas.


Pero en fin; hoy va sobre curiosas animalerías de animales, no de personas.


Pérfida mascota:


La mayoría de las novelas de misterio en las que hay un crímen, por ejemplo, son ficción. Pero esa ficción, surge de elucubraciones mentales a partir de la realidad. Y ya sabeis lo que se dice " la realidad supera a la ficción".


Pues bien. Disparan a un hombre en medio del campo. ¿Quién es el asesino? Con mentalidad policiaca, uno piensa: según el móvil puede ser quizás la esposa, la amante, el socio, los herederos, el amante de la esposa, un compañero de trabajo, un psicópata que pasaba por allí... Nada. Ninguno. Ha sido... el perro. Así que os recomiendo precaución... no podemos saber de que es capaz un perro alimentado con las sobras. (De esta noticia no tengo enlace; sucedió en Australia)

Maullidos mortales


Estás en una clínica. Los médicos y la enfermera te tratan con cariño. Recibes contento las visitas de tus nietos y te dicen que pronto te vas a recuperar de ese catarro tan molesto. Haces tu planes y esperas con ilusión la próxima primavera.


Hasta que aparece el gato Oscar y se sienta a tu lado mirándote fijamente con sus ojos rasgados de sagradas pupilas verdes. Maldita sea. Te han estado mintiendo. Ha llegado "el cenizo" del gato y tus horas están contadas.


Rambo ratonil


Por fin un estudio útil: un ratón de laboratorio sin miedo a los gatos. O sea, que pasa del gato y juega con él tranquilamente. No se ha fumado un porro ni está drogado; han creado un ratón sin temor a su enemigo natural; huele a gato y no se asusta. La utilidad: es posible contrarrestar la natural animadversión que los mamíferos –incluyendo a los humanos- tienen frente a ciertos aromas. Eso dicen los investigadores.


La utilidad que le veo en el futuro: pérdida del miedo a la suegra, al jefe...


Perruna degeneración


Ciertos comportamientos pervertidillos no son sólo cosa de humanos. Como ejemplo tenemos a Taffy, un cachorro de 18 meses que es adicto a la lencería... se lleva zampados 30 medias, 15 pares de zapatos y un llavero. Sin embargo - debe ser psicológico, cosas de la vida- digiere los zapatos, pero las braguitas de su dueña no. Siempre creí que el algodón era más comestible (por decirlo de alguna manera) que el caucho. Dice la buena señora que el perro siempre encuentra su ropa interior sea cuál sea el lugar dónde la esconda. Luego se afirma que encontró la suculenta pieza de lencería en el suelo. Estaba bien escondida, sí. Ordenada, la señora.

21 julio 2008

Música y Bebida


Confieso que antes, durante y después de la adolescencia he sido y soy bastante aburridilla respecto a ciertos temas. En concreto en cuanto a la falta de ilusión por ir a las discos. Dicen que para todo hay una edad, pero nunca lo he podido evitar.


Excepto gloriosas excepciones, me aburro soberanamente.


Intentando analizar esta diferencia con el resto de la humanidad, he llegado a la siguiente conclusión: soy excesivamente práctica.

Adoro la música y siempre dispuse de un aparato de cassets o de discos en casa, por lo que ¿para qué pagar por ir a un lugar dónde te atronan los oídos y ponen la música que les da la gana y no la que tú quieres oír? Era y soy capaz de oír quince veces seguidas la misma canción si me entusiasma.

Adoro escuchar y hablar, salir con los amigos. Todavía me parece que salir en pandilla e ir a diferentes lugares es la mejor forma de conocer gente.

En la disco es imposible; todo se reduce a chillarse en el oído y como que para conversaciones muy profundas, no hay oportunidad, ni ganas.

Y en muchos bares de copas, tres cuartos de lo mismo.

Todo el mundo sabe que el aperitivo, frutos secos, etc que dan suelen tener abundante sal para fomentar que se consuma más.

Lo que no había caído en la cuenta es que según un estudio, la música fuerte, hace que la gente beba más y más rápido.

Normal. No puedes hablar. Te dedicas sólo a cotillear insistentemente quién ha venido, quién esta con quién y quién hace qué. Lo mismo que en la tele, pero en versión casera.
Otras veinte o treinta personas hacen lo mismo.
Mirarse unos a otros, intentando reconocer a alguien para obtener nuevos datos y contárselos al que tenemos más cerca.
Parece que la principal finalidad de la noche es beber y ....
Vaya!, perdonar el inciso. Se me acaba de posar a unos escasos cuatro metros una gaviota tamaño familiar. Y hablando precisamente de cotilleos me está demostrando que no se restringen sólo a la raza humana. No podeis imaginaros los equilibrios que está haciendo sobre las tejas la muy "maruja" para estirar el cuello y mirar a través de la ventana a ver que clase de bicho soy...
Pues eso. Que salir, divertirse, conocer gente interesante no creo que esté directamente emparejado con beber sin control y salir con los oídos como si hubiéramos estado en una batalla. Para unos días al año, puede que este bien... pero todo el tiempo igual... ¡nada, que no le encuentro la gracia!
Pero como digo siempre, afortunadamente somos todos distintos, y bichejos raros como yo no debe haber muchos, a juzgar por el comportamiento de mi gaviota particular, y lo que verdaderamente importa es que cada uno sea feliz a su manera.
De mi minino preferido, La Gata Coqueta, recibí una estampita de San Miguel Arcagel. Muchísimas gracias. Os la dejo a la derecha, para todos aquellos que venís a visitarme: las bendiciones a cuantos más se repartan, mejor.

14 julio 2008

Historias Monotemáticas


Conservación entre letras.

Acaricias con respeto un libro antiguo.
Es de medicina, fechado en el siglo XVI. Pasas los dedos delicadamente por su vieja superficie, deteriorada por todas las manos anónimas que acariciaron sus páginas en busca de ayuda.

Te recreas imaginando los elevados pensamientos que pasarían por la mente de los estudiantes a lo largo de los años mientras lo ojeaban.
¿Pensarían en la responsabilidad que implicaba sus estudios y las vidas humanas que salvarían en un futuro? ¿O soñarían con hallar la cura para alguna enfermedad?
Son curiosidades sin resolver; imposible saber hoy en día que pasaba por sus mentes.

Lo abres con curiosidad. Y entre sus páginas te llevas la sorpresa.
Descubres bruscamente a que dedicaban el pensamiento. Y desde luego, eran pensamientos "elevados".
"Viejo mundo", como diría Don Camilo, personaje entrañable de Guareschi.

Hasta donde llega la publicidad en las campañas electorales.

Atención que tengo la respuesta: hasta los lugares más insospechados y recónditos del ser humano... La prueba: condones estampados con la imágen de Obama o de McCain.
Estos norteamericanos, sus geniales ideas y la manía de llevar sus ídolos a todas partes...
Porque señores, al parecer, el fabricante tiene el permiso.

Imaginad ahora la misma situación en España con el presidente y el líder de la oposición. La libido por los suelos, oye.


Alternativa al chocolate y el café.

Estamos en la era de los productos multifunción, multivitaminas, multiusos... y algunos australianos han descubierto por si mismos, sin campañas publicitarias, sin científicos que lo avalen, sin tan siquiera por haberlo oído a sus abuelas de generación en generación... que los condones de sabores dan un regustillo muy sabroso a la leche.

Lo de si engordan como el chocolate o si estresan como el café, aún no hay estudios que lo confirmen. Pero en este mundo capitalista todo es posible.


Sufridas sí; tontas no.

Y es que la modernidad ataca dónde menos te lo esperas, en los sitios más increíbles. Las mujeres de una aldea de Nepal envían condones a sus maridos que trabajan en el extranjero.

Fijaos bien. Repito: mujeres de una aldea del Nepal.

Y el trabajo que ha costado - y que a algunos (as) aún les cuesta - vencer la timidez y comprar condones en la farmacia o en el supermercado del barrio...

Campaña con segundas


¡¡Lo que quieren estos señores es asegurarse de que sus clientes no fallezcan antes de terminar de pagar la hipoteca!!

Nota: aparte de las bromas; toda iniciativa para mejorar la calidad de la vida humana, luchar contra el Sida, etc, merece el mayor de los respetos.

06 julio 2008

A Cada Edad Lo Suyo...


Y mira que no soy de las que opinan que debemos cerrarnos a unos límites impuestos.

Y afirmo y confirmo que la edad está en el corazón...

Pero esta sociedad cada día nos exige más, y la apariencia externa prima sobre el interior. La edad perfecta se situa entre los veinte y los treinta, y la presión social es tanta, que nos empeñamos en llegar antes de tiempo y en no abandonarla, agarrándonos con uñas y dientes a cualquier precio.

Es una paradoja difícil de asimilar: por un lado vivimos en una época en que queremos y exigimos más tiempo para dedicarlo a nosotros mismos (la sociedad de "YO" individual con mayúsculas), y por otra (sinsentidos de la vida), utilizamos todos los medios para reconvertir esa "individualidad", usando esa libertad para seguir unas pautas que en vez de hacernos libres nos hace a todos iguales.


Me recuerda una canción infantil que tenía como tema a un niño muy espabilado; (no me acuerdo exactamente a que edad correspondía cada paso, pero en fin) a los siete se casó, a los ocho fue guerra, a los nueve se divorcio, etc; total que a los doce se murió: ya no le quedaba nada por hacer.

Con lo complicado que es ser niño, pienso que lo mejor es hacer durar la etapa lo más posible y mantener al infante interior regándolo de vez en cuando con alguna dosis de inocencia (cuesta mucho, pero se puede lograr).

En la parte contraria, Una anciana de 70 años da a luz mellizos. Aunque en un primer momento no hay nada que reprocharle a la buena mujer porque no son resultado de inseminación artifical, fue algo completamente natural, (pasó y punto), también hay que pensar que por generación espontánea no nacen.

Desde luego tiene derecho a ser madre (si puede) a la edad que le venga en gana. Pero ese derecho, ¿no vulnera el de sus hijos a disfrutar de una madre que los cuide y no al revés?