28 noviembre 2007

Cuadras Y Manzanas



Todo, absolutamente todo, queda a unas cuantas cuadras. La cuadra es la manzana, un término que no estoy acostumbrada a usar mucho.... mejor dicho; nada.
Lo más normal, por ejemplo, cuando pregunto dónde queda tal o cuál cosa es decir algo así como: cruce usted esta calle y siga recto hasta tal comercio. Luego gire a la derecha y despues de pasado el parque, allí está: justo enfrente de la heladería.
Aquí no: un restaurante, un café, una tienda, la catedral; quedan a varias cuadras. Lo bueno es que nunca suelen exceder de cuatro o cinco a lo sumo. Por eso, una vez llegado al punto de referencia y comprobar que no encuentras lo que buscabas, conviene volver a preguntar para que te alargen el camino otras tres o cuatro cuadras más.
Pero claro; ¿cómo darse cuenta de la distancia real?.
Para eso tenemos las terminaciones; pasadas dos cuadrotas y dos cuadritas. Las características que diferencian una cuadrota de una cuadra, se deben dejar en función de la opinión del preguntado.
Igual pasa con la moneda nacional; los pesos. Tomas o agarras (ya sé que palabra no puedo utilizar aquí :o) ) un taxi. Se nos queja de que tiene que pagar un extra por los clientes que salen de la feria a los chicos que buscan los taxis para ellos. Unos cinco "pesotes". Ahora sí, una vez llegados a destino, nos dice "son setenta pesitos, no más".
Pues para mí, sin embargo, son setenta pesotes. Muy psicológica la cosa.

25 noviembre 2007

Camiones con personalidad


Ya estoy en Guadalajara, disfrutando del caracter tan abierto y cordial de los mexicanos. (Disculparme la falta de acentos, aunque haga un poco de daño a la vista).
Aun llevo poco tiempo pero varias cosas me han llamado la atencion. Una de ellas es la personalidad de los camiones. Los camiones son los autobuses, las guaguas. Algunos (no todos) van adornados con profusion por dentro, forrados los espejos interiores de una tela como de borreguillo.
Circulan a toda velocidad y cuando frenan lo hacen a fondo; de tal manera que estoy pensando en comprar un cuadradito de antideslizante para alfombras y pegarmelo en la parte trasera de los vaqueros. De todas formas, los foraneos estan acostumbrados y no se mueven un milimetro. Debemos resultar muy graciosos resbalando asiento para abajo en cada parada.

19 noviembre 2007

México A La Vista


Llegó la hora de levantar el vuelo de nuevo, y esta vez, con unos cuantos kilómetros por delante; surcando los cielos por encima del océano Atlántico.
Llevo conmigo en la maleta la emoción del primer viaje cruzando "el charco" y las ganas inmensas de conocer y de absorber con la mirada y el corazón todo lo que se me ponga a mi alcance.
Después de la feria del libro de Frankfurt, ahora me embarco en otra aventura; la feria del libro de Guadalajara.
No creáis que no; llevo deberes. Sé que tengo que probar Tortas ahogadas, Pozole, Birria, Menudo, Sopes (¿serán sopas?), Taquitos y Enchiladas. Y lo que mas a cuenta me trae: los postres.... Soy una postrera compulsiva. Siempre reservo sitio para los finales; me suelen gustar dulces y chocolateados. A veces incluso tomo dos.
Pues bien; en postres tengo por misión probar las Jericallas, Dulces de Leche (estos me suenan), Cocadas, y Cajeta. Si alguno sabe a que delicia corresponden estos nombres, agradezco la aclaración.
Es una indirecta directa y en línea recta para todos los que me leen del otro lado del océano, no sé si se nota. Y deciros también, que por unos días, nuestros cuerpos físicos estarán más cerca que de costumbre. En cuanto a nuestras almas, seguirán en contacto, como siempre, a través de esta ventana virtual.

16 noviembre 2007

Cita Con La Poesía


Hoy viernes (ya son las 0:18), 16 de Noviembre, tendrá lugar la presentación de los libros de poesía de dos amigas mías: Esperanza Medina, autora de "Escrito con la A..." y Natalia Menéndez, autora de "Las virtudes cardinales".

Ofrecen dos formas de interpretar la realidad tan distintas como personales; dos visiones enriquecedoras que nos descubren la vida, el amor, la soledad, el mundo, ... bajo un nuevo punto de vista y de la mano del halo siempre mágico (unas veces loco, otras irónico, reflexivo, trágico, o incluso doloroso) de la poesía.
Por la calidad de su obra son merecidas acreedoras del premio XV certamen de poesía de Ana Valle.
El acto se celebrará en Avilés, en el salón de actos del Palacio de Camposagrado, Escuela superior de Arte de Avilés. La hora: las 19:30.
Intervendrá en el acto Marian Suárez (con acento en la primera a, que quede claro), conocida poeta y periodista.
Ni que decir tiene que estáis todos invitados y que a esa hora allí estaré como un clavo para disfrutar de la lectura de unos poemas por las propias autoras.

11 noviembre 2007

Recovecos Infantiles


Desde pequeña he tenido siempre la misma manía, y de vez en cuando, me siguen dando en este caso como en varios otros, ligeros ataques de infantilidad profunda.

Ocurrió hace dos días. Haciendo una ensalada, apareció un desvalido y pequeño caracol común de tierna concha.
Sigo el mismo rito invariable; pongo cara de fastidio (¡pero tú que haces ahí, que esa lechuga ya no te pertenece!) y el dilema, como digo infantil al máximo, de ¡que rayos haré contigo!.
Pues nada, a un vaso de cristal tapado con un plato, acompañado de un trozo de lechuga y al día siguiente, cruzar la carretera y al primer prado que me encuentre.

Y eso que los caracoles se comen, y por aquí hay mucha gente que los apaña por el campo para luego venderlos en otras provincias o al extranjero.

Por mi parte, la rareza más grande que comí fue .... serpiente. Con absoluto desconocimiento por mi parte. Fue en un hotel; buffet libre, y parecía, (tan redondo y blanco) pescado cortadito en rodajas.
Pero el sabor era dulce y me extrañó. Y como suele decirse: a lo hecho, pecho.

05 noviembre 2007

La Ventana Mental


A veces me maravillo de cómo la percepción de las misma realidad puede variar tanto de una persona a otra o de una situación a otra.
Pongo de ejemplo a Unamuno, preocupado por problemas existenciales. En una de sus obras recrea una conversación entre él mismo y uno de sus personajes. Este último quiere suicidarse. Puesto que esta convencido, Unamuno se presta a ayudarle en ese amargo paso.
Y entonces la cosa cambia radicalmente; cuando otro lo quiere matar, al personaje le entran poco a poco ganas de vivir, o como mínimo, se le quitan las de morir.
Traslado a la vida cotidiana. Imaginemos; es Sábado. Hace un día maravilloso, pero estoy en casa porque no me apetece hacer nada en especial, tengo el día vago. Leo un libro, riego las plantas, etc . Luego ordeno por aquí y por allá y finalmente, por ejemplo, hago un bizcocho. Fin de un día apacible de descanso.
Vuelve a ser Sábado. Ese mismo Sábado por la mañana. Recibo una llamada de mi jefe. Sospecha que va a necesitar mi ayuda y por si acaso debo permanecer en casa todo el día. Me impaciento. Miro hacia afuera; hace un día magnífico. Y empiezo dar vueltas a pensamientos funestos; si no fuera por el jefe hubiera ido a pasear, de acampada, de compras, de copas, de ... todo, vamos. Deambulo por la casa el día entero sin hacer nada en particular y quejándome de todo lo que quería hacer y no pude. Finalmente, el jefe no me necesita.
¿Cuál es la diferencia entre los dos Sábados?. Tienen la misma duración. Y realmente, hubiera podido hacer el segundo Sábado exactamente lo mismo que el primero con los mismos satisfactorios resultados.
La diferencia es un concepto abstracto; la libertad, la ventana de salida; la ventana mental. En este caso es: yo no salgo, pero si quisiera, lo haría.
Reflexionando sobre esto uno se da cuenta de la de tiempo que uno puede perder inútilmente en vez de pensar en la mejor manera de sacar provecho a las situaciones.
¿No es en realidad el enfoque lo que nos hace distintos?. Lo que para uno es una desgracia es para otro un desafío; lo que para uno es el fin, para otro es el principio...
¿La buena noticia?. La percepción de la realidad es resultado de la experiencia y de los esquemas mentales; si cambias tus esquemas mentales cambiarás tus experiencias y tu percepción de la realidad.
Si alguien me ha seguido que levante la mano. Yo estoy en ello.

01 noviembre 2007

Para Los Que No Son Gatos y Sienten Curiosidad


Es verdad, los libros llaman poderosamente mi atención allá donde vaya. Suelo ser de las que miran las portadas de los libros que la gente lee en el metro, en las paradas del autobús, en la consulta del médico....
Matizo mi curiosidad; no me interesa para nada analizar la relación entre el libro y quien lo lee.

Además el resultado de tal análisis suele ser completamente erróneo. Conocí a una que, rumbo a Inglaterra en avión, se sentó al lado de una desconocida. Observó como leía muy aplicada un libro técnico en español.
Por su aspecto interpretó que era inglesa con un amplio dominio del español. Para empezar a practicar , entabló conversación con ella en inglés. Le dieron a la sin hueso con animación, interpretando cada una que las vacilaciones con el idioma de la otra, eran muestras de educación para buscar las palabras más sencillas y hacerse entender. Después de media hora, rojas por el esfuerzo, descubrieron que las dos eran españolas.

Pues en fin, a lo que vamos. Mucho menos miro por encima del hombro del que tiene el libro y leo (hasta ahora. Toco madera.) Sólo me interesa mirar la portada a ver si es algo nuevo, si lo conozco, si ya lo leí.
Pero no se si lograría contenerme si veo alguien leyendo "Cómo obtener un título universitario haciendo trampa" . A mí más bien me darían unas ganas locas de ver de que va, al contrario de lo que se pretende. Me imagino en mis tiempos de Universidad, en la línea 6 rebosante de estudiantes en época de exámenes con un libro semejante. Hubiera llamado la atención, desde luego.

Ahora con el libro con la portada:"Cómo matar a un completo extraño y salirse con la suya", y en la parte de atrás "Los 10 mejores lugares para arrojar un cadáver, instrucciones paso a paso con ilustraciones color", no sólo evitaría mirar, sino que me alejaría lo más discreta y rápido posible del ser que lo estuviera leyendo. En ese caso sustituiría mi innata curiosidad por el instinto básico de supervivencia.

No tengo yo tan seguro que todas las portadas falsas obtengan el deseado éxito de evitar los mirones.