Hacia el Impuesto por Respiración

¿Cómo se les quedaría el cuerpo si desde el mismísimo Ministerio de Cultura les dicen que habrá un nuevo impuesto para las corbatas y los moños?

Es lo que ha propuesto la ministra de cultura húngara: un proyecto para aplicarle un impuesto a las corbatas. No se da cuenta la señora de lo que es imágen de marca, y que ya la pagamos y muy bien en los productos con nombrecito.

En cuanto a los impuestos a los moños, que también los propone ¿será otro precio si nos hacemos trenzas? Ya preveo el futuro: todos de melena, que es más baratito...

Quien iba a pensar que las coletas pelirrojas de Pipi Calzaslargas eran un lujo, a pesar de lo encantadoramente desharrapada que iba la niña. Lo confieso ahora a edad adulta: yo quería ser ella. Lo tenía todo, padres ausentes, un mono y un caballo campando a sus anchas por la casa... y una cama que volaba. Por Dios, donde este una cama, que se quiten todas las alfombras voladoras del mundo, por muy ricos bordados que tengan.

Visto lo cual, sin corbata y sin moño, nos iremos a ahorrar a este restaurante italiano en Nueva York que festejó sus 100 años aplicando las tarifas de 1908. Les salió el menú por algo más de un dolar.

Son estos malos tiempos para gastos superfluos y caprichitos, pero más aún, para vicios.

Sino que se lo digan a este abuelete emprendedor, que secuestro a su propio nieto para exigir 50.000 euros a sus padres para gastarlo en las máquinas tragaperras.