El Poder Del Maquillaje
De primero: tenemos que reconocer que los animales domésticos nos dan muchas veces un estupendo servicio que pagamos en prestaciones: comida, casa. Tan habituados estamos a este intercambio, que a veces no valoramos realmente su trabajo.
¿No tiene a caso sus derechos un gato, despues de años y años cazando ratones? ¿ A por lo menos una raspa de sardina de vez en cuando y alguna que otra visita a un cat-show? Pues si señor. Ya hubo alguien que pensó que tenía que luchar por los derechos de su gato... aunque, el dinero conseguido se lo guardara para él: un gato recibió durante 5 meses el subsidio de un programa social.
De segundo: alguna vez que otra os señalé que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Si hace unos post comentaba el caso de dos niños que decidieron casarse e irse de luna de miel a África, ahora os comento el de un bebé de 11 meses que llamó por equivocación a la policía. Como resultado, de paso que investigaban la llamada, descubrieron que su padre cultivaba marihuana en el hogar familiar -unas 500 plantitas de ná en una de las dos habitaciones de la casa-. Debía marear sólo el olor de tanta planta en tan poco espacio. Y el niño tan pequeño y tan consecuente. El padre lo verá de otra forma, imagino. Un soplón en la familia.
De postre: una alegría para los que se dedican al maquillaje y a fabricar potingues y no tan potingues: se amplia el mercado. Un estudio -ya empezamos, con cosas raras, lo sé- demostró que los pájaros maquillados atraían más a las "pájaras". Se dedicaron a pintarles el pecho, oscureciéndolo. Y con eso, parece ser que los volvieron "más machotes" para el sexo opuesto. Un 36 % que se les subió la testosterona a los animalines...